Tardecita en salto
y el auto pasa despacio los lomos de burro de la rambla.
La gente corre y camina a los lados
otros frenan a mirarse
y no ven el sol.
Observás el agua calma
y me contás cosas
de casi cada persona
que nos cruzamos.
Giramos el dial, enloquecido
de dar vueltas
y no dar con un sonido
que goce nuestros oidos.
Entonces ponemos un viejo CD
con tapa fotocopiada
y dejamos que Paul nos cante
mientras lo acompaño en coros.
Te miro dulce
mientras te recito las estrofas
y nos miramos tierno,
de saber que otro helado más
coronará la tarde.
Pasamos otro lomo de burro,
rozás mi mano.
El sol hace brillar tus lentes viejos
y vos me hacés brillar la mente
otra vez.
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